
Foto de Ryoji Iwata en Unsplash
La palabra sostenibilidad se ha convertido en una de las más usadas cuando las empresas intentan vendernos productos y servicios de todo tipo. Una palabra que, general y tristemente, se usa de una manera abusiva, sin que muchas veces se explique por qué algo es sostenible o, directamente, usándola para hacer greenwashing de manual.
La sostenibilidad está de moda, a mucha gente le suena la palabra aunque no sepa definir muy bien qué es, y las marcas se aprovechan de ambas cosas para meterla hasta en la sopa.
Y la verdad es que deberíamos estar contentos de que la sostenibilidad estuviera en todo tipo de soportes, saliera en anuncios en horario prime time en la televisión, y estuviera en el candelero como lo está, pero no a cualquier precio y con el peligro de que quede totalmente desvirtuada.
Así, por ejemplo, podemos ver anuncios y promociones dentro de programas de televisión de un negocio de venta de agua que te traen a casa en bidones para que la consumas mediante un aparato, servicio en el que aparentemente la sostenibilidad no se ve por ninguna parte.
Sigue leyendo