
Si queremos recuperar la senda hacia un planeta estable y abundante en naturaleza del que todos podamos beneficiarnos de forma equitativa debemos reorientar y ampliar de forma colectiva y urgente el capital hacia actividades positivas para el clima, la naturaleza y su restauración.
Con el objetivo de cuantificar los flujos financieros públicos y privados destinados a soluciones basadas en la naturaleza (SbN) para hacer frente a los retos globales relacionados con la pérdida de biodiversidad, la degradación del suelo y el cambio climático, se ha publicado el informe el “Estado de las Finanzas para la Naturaleza 2022” por parte del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
Por SbN se entienden aquellas acciones para proteger, conservar, restaurar, utilizar de forma sostenible y gestionar ecosistemas terrestres, de agua dulce, costeros y marinos, naturales o modificados, y que a la vez abordan los retos sociales, económicos y medioambientales de forma eficaz y adaptativa, proporcionando también bienestar humano, servicios ecosistémicos, resiliencia y beneficios para la biodiversidad.
Esta segunda edición del informe tiene un alcance mayor que el informe inaugural de 2021, y en él se ha ampliado el análisis de los flujos de capital para incluir las SbN en la naturaleza marina, se ha estimado la inversión necesaria para limitar el cambio climático por debajo de 1,5°C (además del objetivo de 2°C), se han cuantificado los flujos de capital público negativo para la naturaleza, y se han estimado los beneficios de invertir en SbN para demostrar a políticos, empresarios y líderes financieros que la naturaleza es una parte importante de la solución a las crisis mundiales.
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