Los tristes acontecimientos de Niza nos han traído la enésima versión o iteración de los hashtags o etiquetas en las redes a favor de algo o alguien o en afinidad con alguna causa.
Justo antes de los hechos de Niza el hashtag de moda, al menos en España, fue el de #todossomosleomessi. Una campaña no exenta de polémica precisamente, promovida por el F.C. Barcelona en apoyo de su jugador estrella y que habría que estudiar si ha sido positiva a su causa o si por el contrario al Barça e indirectamente a Messi le ha salido el tiro por la culata.
Anteriormente, las redes se han volcado virtualmente en el apoyo a las niñas que fueron secuestradas en Nigeria (#bringbackourgirls), en la concienciación y recogida de fondos para el estudio de la esclerosis lateral amiotrófica (#icebucketchallenge), o a favor de que la acogida de refugiados en Europa (#refugeeswelcome).
Otros hashtags clásicos muy utilizados ya casi como muletilla para cualquier cosa son los #jesuis o #prayfor añadiendo detrás lo que convenga para cada vez en función de dónde haya ocurrido el ataque terrorista o la catástrofe natural de turno (Charlie, Paris, Bruxelles, Orlando, Nepal, etc.).
Derivados de estos hechos y hashtags también se estila el poner banderas de fondo en las imágenes de los perfiles en redes sociales, según el país en el que suceda lo que sea (por ejemplo banderas de Francia) o respecto al colectivo con el que se empatice (por ejemplo la bandera del arco iris).
Como un paso más allá de algunos hashtags o campañas en las redes sociales se derivan las recogidas de firmas en plataformas como Change.org a través de las que se pretende cambiar la situación que preocupe a los firmantes.
Finalmente, también abunda la que podríamos llamar “ley del mínimo esfuerzo” en estos temas que es simplemente el hacer click al “me gusta” o volver compartir en la red que sea cualquier cosa del estilo de las comentadas arriba, pero sin aportar ningún tipo de comentario o valor añadido.
Este llamado activismo de sofá o slacktivism en inglés se define en la Wikipedia como una “forma de realizar activismo en línea, sin abandonar las actividades habituales, por lo general interactuando en las redes sociales”. Inicialmente se tomó como un término peyorativo pero sus defensores creen que es “un nuevo modo de contribuir a la concientización de temas y problemáticas a las que, en otras épocas, se accedía por medios más tradicionales”.