Photo by Federico Giampieri on Unsplash
Diferentes enclaves turísticos de todo el mundo se encuentran con múltiples problemas derivados del gran número de visitantes que reciben, y no parece que la cosa vaya a ir a menos.
Muchas ciudades y lugares de especial interés vienen padeciendo un turismo excesivo desde hace varios años, pero es en 2017, año declarado por las Naciones Unidas como el Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo, cuando se están oyendo más y más voces a favor de su regulación, para favorecer la vida de los autóctonos, la convivencia con los visitantes y el respeto por los lugares visitados.
Según el Secretario General de la Organización Mundial del Turismo (OMT), Taleb Rifai, con la celebración de este Año Internacional dedicado al turismo nos encontramos ante “una oportunidad única para ampliar la contribución del sector del turismo a los tres pilares de la sostenibilidad (económico, social y del medio ambiente), así como para aumentar la concienciación sobre las verdaderas dimensiones de un sector que se suele infravalorar”.
Sostenibilidad, ¿dónde estás?
Muchas veces hablamos o pensamos sobre el turismo sostenible y lo que nos viene a la cabeza es realizar viajes a lugares lejanos respetando su naturaleza y a sus gentes, hospedándonos en hoteles sostenibles, haciendo el mínimo consumo necesario de sus recursos, conociendo en profundidad sus culturas, comprando productos y excursiones a los lugareños en lugar de a empresas fomentando el desarrollo local, y todas esas cosas.
Pero cada vez más, a muchos lo de turismo sostenible está dejando de hacernos soñar y transportarnos a lugares lejanos e idílicos, y nos está haciendo poner los pies en la tierra y pensar en lo que tenemos a escasos metros de donde estamos viviendo.