
Los confinamientos provocados por la pandemia COVID-19 y la recesión mundial provocada por los mismos han creado una perspectiva muy incierta para el mercado laboral y han acelerado la llegada del futuro del trabajo.
Ese futuro del trabajo era una definición de algo que se veía en el horizonte pero que aún no estaba del todo cerca. El coronavirus y sus consecuencias parece que han restado algunos años para que el llamado futuro del trabajo se convierta en realidad.
Según Klaus Schwab, fundador y presidente ejecutivo del Foro Económico Mundial, “tras años de creciente desigualdad de ingresos, preocupaciones por la pérdida de puestos de trabajo impulsado por la tecnología y el aumento de las desavenencias sociales a nivel mundial, las crisis sanitarias y económicas combinadas de este año 2020 han hecho caer las economías, han perturbado los mercados laborales y han puesto plenamente de manifiesto las insuficiencias de nuestros contratos sociales”.
Esas palabras de Schab sirven como parte del prefacio de la tercera edición del informe “The Future of Jobs Report”, publicado hace poco por el Foro Económico Mundial y en el que se dibuja una situación complicada según las personas encuestadas, responsables de las principales empresas globales de más de cien trabajadores.
Sigue leyendo