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Algunos errores alrededor de la gestión de los ODS (y de la sostenibilidad).

Photo by Niklas Hamann on Unsplash

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) es uno de los temas más de moda cuando hablamos de sostenibilidad en la actualidad, pero en el cual se cometen errores en su gestión.

Unos errores que se dan en diferentes momentos y en diferentes fases, desde la propia interiorización de los mismos dentro de las organizaciones hasta el mismo momento de su reporte a los grupos de interés dentro de las correspondientes memorias de RSC.

En el fondo, algunos de esos errores van mucho más allá de los ODS, un asunto relativamente reciente, y simplemente son comunes desde siempre a cómo se implementa, se gestiona y se informa de la responsabilidad social de las organizaciones.

Además, los ODS están elevando el listón de lo que se espera de las empresas, al tiempo que introducen un nuevo marco para hacer negocios y criterios comunes para informar el progreso. Como estos objetivos aún son nuevos, crear, cuantificar y reportar impactos creíbles puede hacer que las empresas sean susceptibles a algunos escollos y errores comunes.

Son errores de interpretación de lo que es realmente la sostenibilidad, de falta de implementación estratégica, de greenwashingen algunas ocasiones, de no definición de objetivos, de querer abarcar mucho y acabar apretando poco, de informar sólo de lo que interesa, etc.

A partir de dos publicaciones, “How to report on the SDGs”, publicada por KPMG, y “Business and the Sustainable Development Goals: Best practices to seize opportunity and maximise credibility” de Gold Standard, voy a desgranar algunos de esos errores a continuación.

 

Estrategia.. ¿qué es eso?

Como comentaba al inicio, en algunas ocasiones los ODS son vistos como una mera nueva moda, quizá pasajera hasta que salga la siguiente, lo cual lleva a las empresas a no pensar en integrarlos realmente en su estrategia (o mejor aún realizar sus estrategias de sostenibilidad en base a ellos).

No se suele desarrollar una comprensión sólida dentro de la compañía de qué son los ODS y cuál es su relevancia para el negocio.

El resultado de ello es la mayoría de las veces, y simplificando, escoger unos cuantos ODS en función de lo que se haya hecho en temas de sostenibilidad durante el año y añadirlos a la memoria de sostenibilidad diciendo que la organización contribuye a la consecución de una serie de ODS, de manera lo más rimbombante y colorista posible y dejando el tema ahí y sin ir más allá de esa declaración.

El informe de Gold Standards nos lo reafirma. Es tentador para las empresas observar el trabajo que ya están realizando y reformular las comunicaciones para alinear sus acciones con los ODS.

Derivado de lo anterior, suele suceder también que la empresa “escoge” muchos ODS a los cuales “contribuir”. Parecería claro que cuantos más ODS escojamos más responsables seremos, ¿no? Pues no, no es así.

Según datos del informe de KPMG, alrededor de una cuarta parte de las organizaciones estudiadas identifican los 17 ODS como relevantes para sus negocios y requieren acción por parte de la empresa.

 

Nota: Artículo inicialmente publicado en Compromiso Empresarial. Para seguir leyendo clique aquí.

 

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