Una gestión cada vez más necesaria y que requiere de una atención especial por parte de las empresas debido a su complejidad en algunas ocasiones.
Como se puede ver en el último informe con las principales conclusiones sobre el reporting realizado por las organizaciones adheridas a la Red Española del Pacto Mundial, el 89% de las empresas consideran a sus proveedores como grupos de interés significativos para su actividad, lo cual indica la importancia que la cadena de valor tiene en las organizaciones socialmente responsables.
Las empresas que lo necesiten tienen diferentes herramientas en las que apoyarse para gestionar responsablemente su cadena de suministro, como se puede ver a continuación.
ISO 20400 para la integración de la compra sostenible
Tras más de tres años de desarrollo, se ha lanzado recientemente la nueva ISO 20400 para la integración de la sostenibilidad en los procesos de compras.
Podría considerarse como una actualización de la norma BS 8903 en la que se tienen en cuenta nuevos conceptos como el análisis del ciclo de vida, la complicidad, la diligencia debida y el costo global.
Es una norma de orientación, por lo que no se puede realizar su certificación en las organizaciones, y sirve como complemento a la ISO 26000 de responsabilidad social que tampoco es certificable.
Tiene un esquema bastante similar a las demás ISO y en él destacan cuatro secciones:
- Comprensión de los fundamentos en los que se basa la norma.
- Integración de la sostenibilidad en las políticas y estrategias de compras.
- Organización de la función de compras hacia un modelo sostenible.
- Integración de la sostenibilidad en el proceso de compras.
La norma describe cuatro tipos diferentes de indicadores para ayudar agestionar la compra responsable:
- Indicadores de proceso: adecuados sobre todo en las primeras etapas de desarrollo para conocer cuántos contratos son conformes, cuántas personas han recibido formación, cuántos proveedores hay contratados, etc.
- Indicadores de rendimiento: útiles para monitorizar el desempeño de los proveedores, las emisiones de carbono, los volúmenes de desechos, el número de empleados locales, el gasto local, etc.
- Indicadores de resultados: ayudan a comprender la contribución de la cadena de suministro a los objetivos generales de la organización, como la huella de carbono, la diversidad en las plantillas de trabajadores, etc.
- Indicadores de impacto: ayudan a comprender el impacto más amplio sobre el medio ambiente, la sociedad o la economía, como por ejemplo cifras locales de desempleo, calidad del aire, etc.
Nota: Artículo inicialmente publicado en Compromiso Empresarial. Para seguir leyendo clique aquí.