Photo by Andre Hunter on Unsplash
En la actualidad, es un hecho indiscutible que la reputación del CEO de una organización es importante para el éxito ésta y es, además, uno de sus activos más valiosos y competitivos.
Según un informe de Weber Shandwich, se estima que casi la mitad de la reputación de una compañía está relacionada directamente con la reputación de su director ejecutivo, justo por detrás de la calidad de los productos/servicios de la empresa, su desempeño económico y el sector de la empresa.
Un vínculo entre el CEO y la reputación corporativa, que se espera que no solo no va a desaparecer sino que será todavía más importante en los próximos años.
El papel de los altos directivos es cada vez más complejo. Solo liderar a los compañeros de trabajo y organización de la compañía ya no es suficiente.
El directivo debe participar personalmente en el liderazgo externo, generando una reputación con todos los grupos de interés de la compañía.
Esto cambia la especificación de los requisitos clásicos de un directivo y le añade un liderazgo comunicativo.
Ventajas de tener un CEO con buena reputación en la empresa.
La reputación de una organización es uno de sus mayores activos, pero también uno de los mayores riesgos empresariales. Esa reputación exige una inversión tan estructurada como todos los demás activos para que rinda beneficios claros.
El primer beneficio que genera una buena gestión de la reputación del CEO es que ayuda a establecer su posición de experto en la industria, lo cual contribuye al objetivo de conseguir clientes.
Un buen líder empresarial debe intentar convertirse en líder de pensamiento dentro de su nicho y aumentar su credibilidad ante los clientes potenciales.
Así mismo, la buena gestión de reputación del CEO ayuda a influir en las decisiones de compra.
Un CEO reputado es aquel que se muestra proactivo, que comparte sus ideas y se involucra con sus seguidores, y que está abierto a un debate no solo sobre la industria, sino también sobre la marca, el producto o el servicio que comercializa.
Esa transparencia y atención son un beneficio para los clientes en su valor nominal, lo que demuestra que el CEO asume toda la responsabilidad y está dispuesto a discutir cualquier tema, incluyendo sus servicios o productos y las preguntas relacionadas.
Una buena gestión de reputación de CEO ayuda a influir positivamente en la reputación de la marca de la empresa.
Es por eso que la actitud y la reputación de un CEO deben establecer estándares para la empresa, los empleados, la comunicación y el enfoque hacia los clientes.
Si el CEO responde a sus clientes que buscan asistencia a través de sus canales sociales, el cliente también esperará que el departamento de servicio al cliente sea igual de resolutivo.
Cuando ocurre una situación de crisis en la empresa, la buena gestión de la reputación del CEO ayuda a ésta salir hacia delante.
No hay empresa ni individuo a salvo de malas relaciones públicas, crisis en las redes sociales, los rumores o noticias directamente falsas.
Nota: Artículo inicialmente publicado en Compromiso Empresarial. Para seguir leyendo clique aquí.