
La crisis climática está ya afectando a las sociedades humanas al perturbar gravemente tanto a los medios de subsistencia como a la propia organización social. Sin embargo, estos impactos no se distribuyen de manera uniforme en todo el mundo ya que, en términos generales, los países de renta baja y media sufren mayores impactos que sus homólogos más ricos.
Además de sufrir más sus consecuencias, la responsabilidad de las emisiones de CO2 no se distribuye de manera uniforme sino que el 10% de los mayores emisores de CO2 son los responsables de casi la mitad de todas las emisiones, tal y como y como indica el informe “Climate inequality report 2023” realizado por el World Inequality Lab.
Este documento trata de arrojar luz sobre las dimensiones de la desigualdad climática en un análisis sistemático y detallado (centrándose en los países de renta baja y media en particular) y de sugerir vías de cooperación al desarrollo y políticas fiscales y sociales que aborden las desigualdades climáticas en su esencia.
Pero la inequidad de la crisis climática no se explica sólo en función de la renta de los países, ya que también existen importantes desigualdades dentro ellos y entre regiones vecinas. Así, según el estudio, los patrones de consumo e inversión de un grupo relativamente pequeño de la población contribuyen directa o indirectamente de forma desproporcionada a los gases de efecto invernadero.
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