
Gracias a cualidades definitorias como la descentralización, la apertura y la globalidad, la tecnología blockchain emerge como una solución potencial para alcanzar el progreso necesario en la acción climática cuando los actuales métodos convencionales no son suficientes para abordar este desafío de grandes proporciones.
La urgencia de la transformación digital en el sector del medio ambiente y el clima se ha convertido en algo innegable, especialmente cuando se considera que otros sectores, desde el comercio minorista hasta las finanzas y la fabricación, han demostrado los beneficios en la eficiencia y la productividad que aportan la conectividad, la automatización y el análisis de datos.
Sin embargo, según el informe del Foro Económico Mundial (FEM) “Blockchain for scaling climate Action”, el sector climático, que se enfrenta a lo que podría ser la mayor amenaza para la humanidad, sigue dependiendo en gran medida de datos limitados y obsoletos. Se necesitan infraestructuras, herramientas y tecnologías de coordinación climáticas globales para seguir el ritmo del cambiante ecosistema planetario, trascender fronteras y abarcar ámbitos sociales, económicos, culturales y gubernamentales y es ahí donde blockchain puede ayudar.
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