
La COP29 se ha celebrado en Bakú, Azerbaiyán, reuniendo a líderes de casi 200 países para abordar los desafíos globales del cambio climático. El evento ha dejado un balance mixto entre avances concretos y desafíos persistentes en la lucha contra el cambio climático.
La nueva edición de la Conferencia de las Partes de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático ha tenido como eje central la financiación climática y el fortalecimiento de los compromisos internacionales para limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 °C, tal como se establece en el Acuerdo de París.
Esta COP ha llegado en un momento crucial, marcado por eventos climáticos extremos, como inundaciones, sequías y olas de calor, que han puesto de manifiesto la urgencia de implementar medidas más ambiciosas.
Durante la cumbre, se han discutido temas críticos como la financiación climática para países en desarrollo, la implementación de mecanismos globales de mercados de carbono y el impacto de la transición energética en las economías globales.
En el transcurso de las negociaciones, los países han acordado un plan para triplicar la financiacióndestinada a los países en desarrollo, pero este compromiso ha generado reacciones mixtas, con algunos sectores aplaudiendo el avance y otros señalando que la cifra aún queda lejos de las necesidades reales.
A lo largo del evento, la influencia de actores como la industria de combustibles fósiles también despertó críticas y cuestionamientos sobre el alcance real de las decisiones tomadas en Bakú.