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Cuando se habla de la crisis climática, una faceta crucial que a menudo se pasa por alto es la desigualdad climática a nivel individual. El informe «Climate Equality: A Planet for the 99%», publicado por Oxfam, ofrece una perspectiva sobre cómo la desigualdad personal en las emisiones y los impactos del cambio climático están moldeando nuestro mundo, y lo que se puede hacer para cambiar este curso.
Según el informe, las personas más ricas del mundo, quienes representan una fracción mínima de la población global, son responsables de una parte desproporcionadamente grande de las emisiones de carbono. Por el contrario, aquellas personas que habitan en países de bajos ingresos y que han contribuido mínimamente a la crisis climática, son los que más sufren sus impactos devastadores.
Con números en la mano, esto se traduce en que el 1% más rico del mundo fue responsable del 16% de las emisiones totales de carbono en 2019, en comparación con el 50% más pobre de la población, que solo fue responsable de aproximadamente el 7% de las emisiones.
Esta asimetría en responsabilidad y vulnerabilidad plantea preguntas éticas profundas y exige una reflexión sobre cómo se abordan las políticas climáticas y de sostenibilidad.