
La última edición de la encuesta Global Risks Report del World Economic Forum (WEF), enmarcada en un contexto de aceleración del cambio tecnológico y de incertidumbre económica, muestra cómo el mundo se ve asolado por un dúo de crisis peligrosas: el clima y los conflictos. Esto genera unas perspectivas predominantemente negativas para el mundo en los próximos años.
El informe del WEF es ya un clásico del mes de enero de todos los años y uno de los documentos que se dan a conocer durante la celebración del Foro de Davos. Se encuentra en su edición número diecinueve y se ha convertido, con la información proporcionada por casi 1.500 encuestas a expertos, en la principal fuente de datos sobre riesgos globales.
Por «riesgo global” se entiende la posibilidad de ocurrencia de un acontecimiento o condición que, de producirse, afectaría negativamente a una proporción significativa del PIB mundial, la población o los recursos naturales.
En el informe de este año, se ha contextualizado el análisis a través de cuatro fuerzas estructurales que configurarán la materialización y la gestión de los riesgos mundiales durante la próxima década.