ética, confianza, innovación, inteligencia artificial, sostenibilidad, tendencias

Más de la mitad de la sociedad desconfía de la inteligencia artificial

Foto de Andy Kelly en Unsplash

La Inteligencia Artificial (IA) está revolucionando la forma en que vivimos y trabajamos, ofreciendo promesas de innovación y eficiencia sin precedentes, pero también suscita preocupaciones sobre la confianza en su uso. Informes recientes han tratado la percepción pública de esta tecnología y develado cómo la confianza en ella se ha convertido en un tema crucial en la era de la automatización y la digitalización.

A medida que se reconocen los numerosos beneficios potenciales y reales para las personas, las organizaciones y la sociedad en general, la inversión en IA continúa en constante crecimiento en todos los sectores y organizaciones de distinto tipo están aprovechando las capacidades que brinda para mejorar la predicción, optimizar productos y servicios, fomentar la innovación, incrementar la productividad y eficiencia, y reducir costos, entre otras aplicaciones beneficiosas.

Sin embargo, ha surgido a la vez una creciente preocupación debido a casos notorios de uso sesgado, discriminatorio, manipulador, ilegal o violatorio de los derechos humanos de la IA. 

Para asegurar que se aprovechen plenamente las ventajas de la IA y se obtengan rendimientos de las inversiones en estas tecnologías, es esencial mantener la confianza de los ciudadanos, que deben tener la seguridad de que la IA se desarrolla y utiliza de manera responsable y confiable, siempre con el fin de asegurar un beneficio real y sostenible para la sociedad.

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cambio climático, sostenibilidad, tendencias

El derecho a un medio ambiente sano un aliado contra la emergencia planetaria

Foto de ANGELA BENITO en Unsplash

Las resoluciones de la ONU reconociendo que un medio ambiente sano es un derecho humano representan un logro histórico que dota a todas las personas de una herramienta fundamental para exigir responsabilidades a sus gobiernos, a los grandes contaminadores y a todos los responsables de los daños medioambientales.

El pasado mes de julio de 2022, la Asamblea General de las Naciones Unidas reconoció que un medio ambiente limpio, sano y sostenible es un derecho humano. Este reconocimiento siguió a la Resolución 48/13 del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que reconoció el derecho en octubre de 2021. 

En la actualidad, más de 100 países ya reconocen el derecho a un medio ambiente sano en sus constituciones u ordenamientos jurídicos. Con esta Resolución (aunque no es jurídicamente vinculantepara los 193 Estados miembros de la ONU) se espera que se genere un efecto de goteo e impulse nuevas medidas legales por parte de los Estados para hacer efectivo este derecho.

Por tanto, esta Resolución marca un antes y un después, no sólo en la propia protección de ese derecho sino también de otros derechos humanos interdependientes e indivisibles que dependen de él, y han sido el resultado del compromiso de los Estados en cuestiones medioambientales, muchos años de defensa y colaboración por parte de instituciones nacionales de derechos humanos, organizaciones de la sociedad civil, pueblos indígenas, niños y jóvenes, y actores empresariales, entre otros, y el apoyo de entidades de la ONU.

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cambio climático, sostenibilidad, tendencias

La producción de plásticos de un solo uso aumenta en medio de la crisis climática 

Foto de Brian Yurasits en Unsplash

A pesar de los esfuerzos colectivos a nivel mundial para reducir la producción de los plásticos de un solo y minimizar su impacto en el medioambiente, su consumo continúa aumentando, según un estudio de la fundación australiana Minderoo.

Este tipo de plásticos (que engloban envases y artículos desechables como bolsas, pajitas y cubiertos que se usan una vez y luego se tiran) representan la mayor categoría de aplicación de los plásticos y suponen un tercio de todo este material que se consume en el mundo.

Son el vivo ejemplo de residuo mal gestionado que acaba siendo quemado o vertido en la tierra y en los ríos, desde donde se dispersa al océano y daña la vida marina de forma directa o indirecta, ya que se degrada en partículas de tamaño micro y nanométrico durante meses, años y décadas. 

Además, casi todos los plásticos de un solo uso contienen aditivos químicos que mejoran el rendimiento y la estética, varios de los cuales se sabe que son perjudiciales para la salud (con un enorme coste social) y muchos más cuya toxicidad potencial se desconoce.

En 2022, en la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente celebrada en Nairobi, se aprobó un acuerdo jurídicamente vinculante para acabar con la contaminación por plásticos. Anteriormente, en Montreal, los gobiernos también colaboraron para acordar un marco de biodiversidad mundial posterior a 2020, destacando el sentido de urgencia necesario para alcanzar los objetivos de biodiversidad de 2050.

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